Nuestra historia comenzó con una simple observación
En 2019, trabajando con pequeñas empresas gallegas, notamos algo que se repetía constantemente: los dueños tomaban decisiones financieras basándose en intuición más que en datos reales.
Recuerdo específicamente el caso de una panadería en Vigo que quería expandirse pero no sabía si podría permitírselo. Después de tres meses analizando sus números y creando proyecciones realistas, no solo se expandió sino que mejoró su flujo de caja en un 40%.
Esa experiencia definió nuestra filosofía: las decisiones financieras inteligentes se basan en datos, no en esperanzas.